Después de Santa Santa, los locales de ropa llenaron sus vidrieras con artículos para protegerse del frío. La indumentaria es uno de los rubros que más aumentó los precios debido a la inflación. Las promociones bancarias y las cuotas sin interés definen la compra.
La llegada de los primeros días fríos a Mar del Plata impulsó las consultas y ventas de prendas de abrigo en los comercios de la ciudad, con las promociones bancarias y el pago en cuotas como principales estrategias para seducir a los consumidores en medio de un escenario económico marcado por la inflación.
Hasta Semana Santa, los principales paseos comerciales de la ciudad lucían ropa liviana y de verano en sus vidrieras, pero después del último fin de semana largo las bajas temperaturas llegaron abruptamente y las camperas, los sweaters, chalecos, gorros, guantes y bufandas volvieron a decorar el frente de los locales, en muchos casos ya acompañados por carteles alusivos al invierno.
En el microcentro, los comercios dedicados a la venta de abrigos ya sienten en sus ventas el cambio de estación y empiezan a “trabajar mejor” que en los últimos meses, pero del otro lado están los consumidores, quienes al ir en busca de una campera u otra prenda de abrigo se alarman con los precios.
La indumentaria es uno de los rubros que aplicó los aumentos más altos en el último año y medio. Durante el 2022, según distintos estudios realizados, en promedio las subas superaron el 120% en el sector, por encima de la inflación. Este año, con los incrementos generalizados de precios, los valores de las prendas aumentan -en muchos casos- mes a mes, mientras algunos comerciantes hacen “malabares” para intentar sostener los precios.
LA CAPITAL recorrió distintos paseos comerciales de la ciudad y constató que, en general, las camperas abrigadas y calidad se están vendiendo en este momento a partir de los $24.000.
Los valores cambian sustancialmente de acuerdo al tipo de prenda y la marca. En muchos casos también influye la zona. Así, hay opciones económicas desde $11.000, como así también camperas de etiqueta que superan ampliamente los $100.000. Hay, por cierto, una fuerte dispersión de precios entre productos similares entre un local y otro.
“Estos días se empezó a vender un poco más la ropa de abrigo. Nosotros tenemos camperas bien abrigadas a buen precio y primera calidad, desde $42.900, con un descuento especial en efectivo (queda a $39.000) y también la posibilidad de pagar en hasta 3 cuotas sin interés“, resumió Gabriela en su local de indumentaria de Santiago del Estero entre Rivadavia y San Martín.
Gabriela llenó su comercio con camperas en Semana Santa, pero el buen tiempo que acompañó a la ciudad hasta hace unos días no la había favorecido. Ahora, con el frío, “la venta se empezó a mover y la gente viene y compra; muchos aprovechan los descuentos con Cuenta DNI o con tarjeta de crédito del Banco Provincia como los que habrá este viernes y sábado, con hasta $4000 de tope de reintegro”.
Por su parte, los sweaters de buena calidad no bajan de los $9900, tanto de hombre como para mujer. Los chalecos abrigados cuestan de $20.000 en adelante y los buzos de manta rondan los $15.000.
Hay también sacos de hilado para mujeres, bien abrigados, desde $30.000 en adelante, mientras que los tapados se venden desde los $60.000, aunque recorriendo y aprovechando promociones se consiguen a mejor precio.
En la Peatonal y Santa Fe, un local de larga data dedicado a la venta de camperas ofrece algunas en promoción desde $11.000, mientras que la mayoría se venden a partir de los $19.000.
“La verdad es que estos días se empezó a mover bastante la venta, con gente que va venido y ya se compra el abrigo, pero vamos a ver cómo sigue el otoño y el invierno”, resumió Paula, a cargo del local.
La vendedora contó además que “también ya hay mucha gente buscando gorros de abrigo, que están de $2500 en adelante”. Las promociones y descuentos, una vez más, resultan “muy efectivas” para atraer a los consumidores.
Asimismo, en muchos locales de indumentaria reaparecieron recientemente los guantes, los gorros de lana y las bufandas sobre los maniquíes, que mutaron de la malla y la remera a un look directamente invernal.
En general, los gorros de abrigo se venden a partir de los $2500, aunque han opciones más accesibles. “Nosotros los gorritos los tenemos a partir de $1200, después unos más gruesos en $1500 y con pompón $1800”, describió una comerciante de Córdoba casi San Martín.
Muy cerca, en la Peatonal entre Córdoba y San Martín, una de las vendedoras de un local de este tipo de accesorios señaló que “lo que es bufandas y gorros se está vendiendo bien, como así también los guantes, sobre todo los de chicos, para protegerlos del frío a la mañana”.
En su negocio, los gorros de niños cuestan $1200, los de adulto $1500 y las bufandas y chalinas desde $2500 en adelante, de acuerdo a su grosor y calidad.
Todo comerciante está hoy en estado de alarma por el movimiento permanente que registran los precios y los costos para sostener un local, como consecuencia de la inflación.
“Uno ve que la gente mira, pasa, pregunta sigue buscando precio. Muchos vuelven, pero la gente no compra en el primer lugar y está bien, averigua precio porque cuida mucho el bolsillo”, indicó una comerciante de la calle Belgrano, “conforme” con las primeras ventas de ropa de abrigo.
Rino, un comerciante de larga data de la calle Rivadavia, se sorprende porque “la gente compra igual”, a pesar de los precios de la ropa de abrigo.
“Hay camperas de $65.000 y la gente igual compra. Nosotros tenemos pago en hasta 6 cuotas sin interés y eso muchos lo aprovechan; lo compran ahora y terminarán de pagarlo en primavera”, indicó.
El pago en hasta 6 cuotas sin interés es una de las opciones más buscadas por la gente, según coinciden los comerciantes.
También los días de promoción de Cuenta DNI dan impulso a la venta. Asimismo, muchos comerciantes ofrecen descuentos especiales de hasta el 20% por pagar en efectivo, otra alternativa por la que algunos se inclinan, para intentar perder lo menos posible ante la inflación y poder renovar el abrigo.